Tengo una rotura de menisco, ¿qué significa?
¿Qué son los meniscos y para qué sirven?
Los meniscos son dos fibrocartílagos: uno externo con forma similar a un anillo casi cerrado y otro interno en forma de C, que se encuentran en los lados de ambas rodillas entre el fémur y la tibia. En cada paso que damos, exponemos a nuestras rodillas a diferentes cargas que en ocasiones son superiores a las de nuestro peso corporal. Estas cargas no generan tensión o molestias ya que son distribuidas uniformemente por los dos meniscos de la articulación, quienes además se encargan de estabilizar la articulación durante el movimiento. Sin embargo, esta capacidad de absorción y distribución de cargas puede verse alterada por procesos degenerativos o traumáticos que conllevan a la rotura del menisco, que consecuentemente ocasiona dolor, hinchazón y bloqueo en los movimientos de la rodilla afectada.
En el caso de una rotura de menisco de origen degenerativa, esta se ve asociada a los procesos degenerativos dados con el envejecimiento o por una sobrecarga crónica de la rodilla, por ejemplo, en algunos grupos ocupacionales con actividad predominantemente agachada; mientras que, en el caso de una rotura de menisco de origen traumático, esta se ve asociada principalmente a lesiones por movimientos excesivos de torsión (flexión/rotación de la rodilla) o caídas, frecuentes en deportes como el esquí, el baloncesto o el fútbol.
¿Qué se hace en caso de existir una rotura de menisco?
Aunque la artroscopia es el abordaje terapéutico predilecto de muchos médicos; las roturas pequeñas, especialmente las que se presentan en pacientes jóvenes, no siempre requieren un abordaje quirúrgico para su solución, ya que en estos casos el cuerpo puede curar estas pequeñas roturas con ayuda de medidas conservadoras. Del mismo modo, las lesiones degenerativas en adultos mayores, a menudo no ocasionan mayores síntomas, por lo que también pueden tratarse de forma conservadora con fisioterapia.
La clínica asociada a esta la rotura de menisco, va a variar dependiendo del menisco lesionado (externo e interno) y de la causa asociada, ya sea traumática o degenerativa. Si el desgarro es de origen traumático, los síntomas se presentan inmediatamente después de un gesto, golpe o movimiento repentino de torsión en la rodilla. Al contrario que los casos degenerativos, donde inicialmente el dolor de rodilla y demás síntomas suelen ser menos evidentes e intermitentes, presentándose especialmente al correr, caminar, subir o bajar escaleras, o haciendo ejercicio.
La fisioterapia juega un importante papel no sólo en el abordaje conservador, sino también en los casos quirúrgicos. Los objetivos a obtener mediante fisioterapia van a ser inicialmente: controlar el dolor y la inflamación, seguido la restauración de la amplitud articular, flexibilidad, fuerza muscular, así como también la restauración de la capacidad de equilibrio, coordinación y propiocepción, que permitan al paciente lesionado volver a su rutina tanto laboral, social y deportiva de manera óptimas. Para lograrlo el fisioterapeuta cuenta con variedad de técnicas y herramientas terapéuticas, cuya selección y dosificación dependerá de las características individuales de cada caso.
¿Cuánto se tarda en recuperar una lesión de menisco?
Aunque no es posible establecer un tiempo de recuperación general. Se estima que, si es posible la terapia conservadora, la curación toma de unas 4-6 semanas a unos meses. Después de una operación, toma alrededor de seis semanas antes de que el paciente pueda volver a poner peso sobre la articulación operada. Mientras, que el retorno a las actividades deportivas es posible después de un período de tres meses como mínimo en la mayoría de los casos.