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Bruxismo y dolor cervical: cómo se relacionan y cómo aliviar

bruxismo y dolor cervical

El vínculo entre la mandíbula y el cuello que pocos conocen

¿Sabías que apretar los dientes constantemente puede ser una de las causas más comunes de dolor cervical?

El bruxismo, ese hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes, sobre todo por la noche, genera una tensión excesiva en los músculos mandibulares y cervicales. Con el tiempo, esta sobrecarga puede producir rigidez, cefaleas tensionales y sensación de fatiga en la zona del cuello y la cabeza.

Cómo se conecta el bruxismo con el dolor cervical

Cuando los músculos de la mandíbula permanecen contraídos durante horas, el esfuerzo se transmite a los músculos del cuello, hombros y espalda alta. Esta tensión sostenida altera la postura y puede llegar a provocar puntos gatillo, desequilibrios musculares y compresión articular. Además, el estrés y la ansiedad, factores frecuentes en el bruxismo, potencian la contractura muscular, creando un círculo vicioso de dolor.

Qué podés hacer para aliviarlo

  • Evita mascar chicle o alimentos muy duros que aumenten la tensión mandibular.
  • Aplica calor local en la zona de cuello y mandíbula.
  • Practica ejercicios de respiración y relajación antes de dormir.
  • Consulta con tu fisioterapeuta para aprender ejercicios de estiramiento específicos.

Profundizando un poco más

Muchos pacientes con bruxismo no son conscientes de que también presentan alteraciones en la movilidad cervical y en la postura de la cabeza. Cuando la mandíbula se mantiene en una posición adelantada o forzada, el cuello compensa generando contracturas en músculos como el esternocleidomastoideo o el trapecio.

En fisioterapia, además de trabajar la zona mandibular, se busca restaurar el equilibrio entre la musculatura anterior y posterior del cuello, mejorar la alineación de la cabeza y reducir la hipertonía que contribuye al dolor.

También es recomendable evaluar el patrón respiratorio, ya que muchas personas con bruxismo tienden a una respiración superficial y bucal, que aumenta la tensión del sistema cráneo-cervical.

La solución fisioterapéutica

En Althea, abordamos el bruxismo y el dolor cervical de forma conjunta mediante fisioterapia craneomandibular y técnicas de liberación miofascial. Estas sesiones ayudan a relajar la musculatura de la mandíbula y el cuello, mejorar la movilidad cervical y disminuir la presión que causa el dolor. Además, trabajamos ejercicios neuromusculares y educación postural para que el paciente aprenda a detectar cuándo está apretando y cómo liberar la tensión. Con unas pocas sesiones, el descanso mejora notablemente y el dolor cervical disminuye de forma duradera.

Pedí tus sesiones con nuestro equipo.